1454:

Empieza en Castilla el reinado de Enrique IV de Castilla.



Enrique IV de Castilla (Valladolid, 5 de enero de 1425-Madrid, 11 de diciembre de 1474)​ fue rey de Castilla​ desde 1454 hasta su fallecimiento en 1474. Algunos historiadores le llamaron despectivamente «el Impotente». Fue hijo de Juan II de Castilla y de María de Aragón, y hermano paterno de Isabel, que se proclamó reina a su muerte, y de Alfonso, que le disputó el trono en vida.
Durante la guerra civil castellana de 1437-1445 combatió del lado del condestable de Castilla don Álvaro de Luna, quien contó con el apoyo del rey Juan II. Participó en la decisiva y final batalla de Olmedo que supuso la derrota de la facción encabezada por los infantes de Aragón y como resultado de la misma recibió de su padre las ciudades de Logroño, Ciudad Rodrigo y Jaén y la villa de Cáceres, mientras que su consejero Juan Pacheco recibía el importante marquesado de Villena además de algunos lugares de la frontera con el reino de Portugal y su hermano Pedro Girón obtuvo el maestrazgo de la Orden de Calatrava.
El 20 de julio de 1454 fallecía Juan II de Castilla; al día siguiente Enrique era proclamado rey de Castilla.
Enrique IV se casó con con la infanta Blanca de Navarra, hija de Blanca I de Navarra y de Juan II de Aragón y de Navarra. Este matrimonio había sido acordado en la Concordia de Toledo de 1436. El matrimonio se declaró nulo ya que no llegó a consumarse. Además, Enrique IV no tuvo más hijos ni con su mujer ni con ninguna de sus amantes, por lo que siempre se sospechó de su impotencia.
Una de sus primeras aspiraciones fue la alianza con Portugal, que se materializó en 1455 casándose en segundas nupcias con Juana de Portugal.
A Enrique se le ha achacado impotencia y homosexualidad y se le ha acusado de forzar las relaciones de su esposa con otros hombres. Incluso algunas fuentes incluyen la forma en que habría dejado embarazada a la reina, mediante una precoz técnica de inseminación artificial utilizando una cánula de oro (per cannam auream).
La razón esgrimida para dejar a la infanta Juana (Juana de Castilla o 'La Beltraneja', supuesta hija de Enrique IV) de lado no es su condición de hija de otro hombre, sino la dudosa legalidad del matrimonio de Enrique con su madre y el mal comportamiento reciente de ésta, a la que se acusa de infidelidad durante su cautiverio.
En 1468, Enrique e Isabel firmaron un acuerdo, el Tratado de los Toros de Guisando, por el que Enrique declaraba heredera a Isabel, reservándose el derecho de acordar su matrimonio.
Pero Isabel se casó en 1469 en secreto en Valladolid, con Fernando de Aragón, hijo del rey de Aragón, con lo que el rey Enrique consideró violado el tratado y proclamó a su hija Juana como heredera al trono en Val de Lozoya, jurando públicamente que era hija legítima, que retornó al rango de princesa y a la que se debía buscar un matrimonio en consecuencia.
El 11 de diciembre de 1474 muere Enrique IV de Castilla. Poco después comenzó la Guerra de Sucesión Castellana entre los partidarios de Isabel y los de Juana, la hija de Enrique. Se llama Guerra de Sucesión Castellana al conflicto bélico que se produjo de 1475 a 1479 por la sucesión de la Corona de Castilla entre los partidarios de Juana de Trastámara, hija del difunto monarca Enrique IV de Castilla, y los de Isabel, hermanastra de este último.

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